Antioxidantes contra el envejecimiento.
El envejecimiento se ha definido como la acumulación en el tiempo de diversos cambios que van en detrimento de la funcionalidad de las células y los tejidos, apareciendo un incremento del riesgo de enfermedad y muerte.
Implica un peor funcionamiento de los sistemas de defensa antioxidante del organismo, lo que nos vuelve más vulnerables a condiciones asociadas al estrés oxidativo, haciendo necesario un aporte adecuado de sustancias antioxidantes para hacer frente a la agresión de los radicales libres.
El estrés oxidativo aparece cuando hay un desequilibrio entre la generación de especies oxidantes como radicales libres por el propio organismo y la capacidad de los sistemas antioxidantes del organismo para hacer frente a esta agresión. Se cree que el estrés oxidativo está asociado al desarrollo de alteraciones como el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, así como complicaciones de la diabetes.
La defensa antioxidante tiene dos orígenes. Hay antioxidantes sintetizados en nuestro propio cuerpo y otros que no podemos sintetizar y que debemos incorporar a través de la dieta, como es el caso de las vitaminas C, E o los carotenoides. Los antioxidantes son moléculas capaces de bloquear el inicio de la cadena de reacciones de oxidación causadas por los radicales libres, relacionados con numerosas afecciones crónicas y con el proceso de envejecimiento, inhibiendo su capacidad oxidante.
