Plataformas vibratorias. Quién, cómo y cuándo.
Cada día es más frecuente que nos pregunten a los médicos especializados en ejercicio físico y el deporte sobre si son beneficiosas las plataformas vibratorias. Al tratarse de unos aparatos con unos precios, aunque cada vez más asequibles, aún considerables, las personas tratan de asegurarse de si les vendrán bien y, sobre todo, si no tendrán alguna contraindicación para su uso.
Lo que sí es indudable es que nos movemos por modas y, al igual que ocurrió con el método Pilates, ampliamente utilizado por los artistas más famosos y con gran aceptación por muchas personas en nuestro país, las plataformas vibratorias vienen amparadas por el uso de ellas por parte de megaestrellas como Jennifer López, Julia Roberts, Madonna, o nuestro cantante Alejandro Sanz, entre otros, cuando su precio era aún prohibitivo. Aunque los efectos curativos de la vibroestimulación se conocen desde el siglo XIX, los primeros estudios realizados por investigadores rusos tuvieron lugar en los años 1960. El uso de estas máquinas permitió a los astronautas rusos poder permanecer temporadas más largas en el espacio que los estadounidenses, al combatir con ellas los efectos debilitantes que causaba la ausencia de gravedad en los músculos. Ya en los años 1990 el profesor Bosco redescubrió el principio del entrenamiento con vibraciones y sus efectos sobre el cuerpo humano.
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