Deporte y menopausia.
Es conocido por todos que la realización de actividad física de manera regular es beneficiosa para la salud física y psicológica y que mejora la calidad de vida de las mujeres.
El ejercicio físico, al igual que en el resto de las etapas de la vida de la mujer (prepuberal, puberal, fértil y tercera edad), resulta fundamental en la mujer en la menopausia (implica la desaparición o el cese fisiológico de la menstruación), etapa en la cual van descendiendo los niveles de estrógenos. El déficit estrogénico provoca un incremento del riesgo de padecer osteoporosis y de la enfermedad cardiovascular. Y el ejercido físico, además de ser fundamental para la prevención de la enfermedad cardiovascular, por su efecto sobre la mineralización del sistema óseo, es de especial importancia para incrementar y mantener la masa ósea, y prevenir la osteoporosis. Conviene también destacar que él ejercicio físico mejora los síntomas de la menopausia.
Ejercicio físico y masa ósea.
Uno de los factores más intensamente asociados a la densidad mineral ósea es el ejercicio físico. Una gran cantidad de trabajos corroboran la importancia de éste en la consecución y posterior mantenimiento de la masa ósea, previniendo de este modo la osteoporosis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la osteoporosis “como un trastorno esquelético que se caracteriza por una resistencia ósea comprometida que predispone a la persona a un mayor riesgo de fractura”. Se calcula que en España padecen osteoporosis alrededor de 2.5 millones de mujeres, la mayoría postmenopáusicas.
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