La evidencia indica que la actividad física realizada durante el embarazo reporta grandes beneficios para la salud materna, pero cada vez hay más pruebas que respaldan que también es beneficiosa para el feto, extendiéndose estos beneficios hasta la infancia y la edad adulta. El ejercicio físico durante el embarazo puede provocar un efecto en la programación prenatal, creando un ambiente saludable en el útero durante un momento crítico para el desarrollo de los órganos. Entre los beneficios potenciales del ejercicio físico durante el embarazo, tanto para el feto como para el recién nacido, destacan la disminución del riesgo de parto pretérmino y de macrosomía, la protección frente a defectos del tubo neural y, en los neonatos, un menor porcentaje de grasa corporal y una mayor maduración cerebral. En el niño puede estimular un crecimiento saludable, ser beneficioso para el desarrollo neuromotor y protegerlo de la susceptibilidad a enfermedades crónicas, con mejoras en los resultados metabólicos y el riesgo cardiovascular.
Cuando numerosos países están llevando a cabo diferentes intervenciones de actividad física para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad en la niñez, la primera de estas debería realizarse en el embarazo, fomentando que las gestantes realicen ejercicio físico, ya que puede reducir potencialmente el riesgo de obesidad infantil.
The evidence indicates that physical activity during pregnancy has great benefits for maternal health, but there is increasing evidence to support that it is also beneficial for the fetus, extending these benefits into childhood and adulthood. Physical exercise during pregnancy can have an effect on prenatal programming, creating a healthy environment in the uterus during a critical time for organs development. Among the potential benefits of physical exercise during pregnancy, both for the fetus and for the newborn, stand out the reduction in the risk of preterm delivery and macrosomia, protection against neural tube defects and, in neonates, a lower percentage of body fat and greater brain maturation. In children, it can stimulate healthy growth, be beneficial for neuromotor development and protect them from susceptibility to chronic diseases, with improvements in metabolic results and cardiovascular risk.
When numerous countries are carrying out different physical activity interventions to prevent and treat overweight and obesity in childhood, the first of these should be done during pregnancy, encouraging pregnant women to exercise, since which can potentially reduce the risk of childhood obesity.