La mayoría de los españoles sufrió dolores de cuello y de espalda en el último año

Más del 65% de los españoles sufrió dolores de cuello y de espalda en el último año. Casi un 50% eran mujeres, y experimentaron estos dolores de manera crónica.

Durante los últimos meses, los hábitos del día a día se han visto modificados y, con ellos, los lugares habituales de trabajo, los equipamientos utilizados y las posturas. Todo ello ha dado como resultado que los dolores de espalda y de cuello se hayan visto incrementados, sumándose a aquellos que ya se sufrían previamente. De hecho, más del 65% de los españoles sufrió dolores de cuello y de espalda en el último año.

Las principales causas de este dolor y de las contracturas musculares son las malas posturas, las posturas mantenidas durante mucho tiempo, la mala técnica de trabajo y el equipamiento erróneo. Además de descuidar lo mencionado anteriormente, el sedentarismo también es un factor que influye a la hora de experimentar estos dolores.

La práctica de ejercicio físico con regularidad y mantener una buena higiene postural, tanto en el trabajo como en las actividades de la vida cotidiana, son fundamentales para prevenir el dolor de espalda. Es el binomio que nunca debemos olvidar y en el cual insisto en los cursos de Escuela de Espalda que habitualmente imparto.

Algunas de las recomendaciones más eficaces para evitar este tipo de dolores están enfocadas al descanso. En el caso de que los dolores se produzcan durante la jornada laboral, es importante parar cada cierto tiempo para que el cuerpo pueda relajarse (aconsejable cinco minutos cada hora de traajo). Se deben evitar las posturas mantenidas en el tiempo y, para ello, puede ser conveniente caminar, cambiar de postura, beber agua o estirar, entre otros. No olvidemos la importancia que tiene dormir en un buen colchón, con la almohada que realmente requerimos y manteniendo una postura adecuada (ver el artículo publicado el 21 de septiembre de 2018, sobre la mejor postura para dormir).

Por último, aunque más del 90% de las personas que sufren estas molestias de manera crónica suelen utilizar antiinflamatorios orales para aliviarlas, el calor es otra de las opciones más útiles.

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